Crónica del XXIII Salón del Manga de Barcelona

20 noviembre 2017

Un año más, os traigo la crónica del Salón del Manga de Barcelona, concretamente de su XXIII edición.


Este año, tengo que empezar alabando la mejora que han hecho con respecto a años anteriores. Se ha notado con creces la mejora y redistribución del espacio. Ampliando un total de 5.000m2 hasta llegar a los 75.000m2 y haciendo un cambio también en la distribución de los expositores, zonas de descanso y los accesos a los cinco palacios y la plaza Univers, no ha habido un exceso de gente en ninguno de los palacios como en años anteriores, podían visitarte los diferentes stands con tranquilidad y el ambiente, incluso en los dos días de mayor afluencia, ha sido muy bueno, sin llegar a ser agobiante.


Hay que tener en cuenta que solo he podido asistir dos de los días que más se llena el salón, sábado y domingo, pero que los he disfrutado al máximo. Desde talleres de diferentes índoles, firmas de autores, bailes en medio de la plaza, clases magistrales, sesiones de cine, viciadas a la switch varias y exhibiciones de robots, no hay nada que me haya dejado en el tintero.

En compañía de Anaïs de La chica del bolígrafo, descubrimos una pasión inesperada por los momentos de Kpop random en medio de la plaza. No pudimos evitar ir los dos días a pasar un buen rato. Eso sí, nos quedamos con ganas de asistir al concierto de Inoue Azume, cantante de "Mi Vecino Totoro", pero no nos dio la vida para tanto.


En su lugar, además de pasearnos por todos los palacios a paso lento y disfrutando como nunca de todos los stands y asistimos a las presentaciones de novedades de Norma Cómics y Planeta Cómic el sábado por la tarde. Ambas me dejaron con ganas de leer muchas publicaciones. Demasiadas. Ampliación de licencias de mangas como Card Captor Sakura, No me lo digas con flores o Fruits Basket, además de otras nuevas (que quizás os suenen en japonés) Last Game, Watashi no ookami-kun (Mi chico lobo) o Akatsuki no Yona (Yona princesa del amanecer) por un lado. Y sí, me fijé mucho en los shojo y poco en los shonen, pero no pude evitarlo.



También pude asistir a la clase magistral de Yoko Kamio el domingo por la tarde. Es algo que me hizo especial ilusión, puesto que ese mismo día a primera hora había sido la afortunada número 30 en conseguir su firma y todavía estaba con la emoción en el cuerpo. Fue fascinante.


Ese mismo domingo, también nos hicieron un masaje japonés (shiatsu) y nos quedamos con ganas de más. Fue una verdadera pasada. Ninguna de las dos había probado antes ese tipo de masaje y alucinamos por lo eficaz y la profesionalidad con la que lo hicieron. Muy, muy recomendable.


Por último, no puedo acabar esta crónica sin mencionar los foodtrucks. ¡Este año se han vuelto a superar! La comida en el interior del palacio uno no estaba nada mal y combinando diferentes cosas entre las dos, nos salió bien de precio. Pero la sorpresa vino cuando ella, que es intolerante a la lactosa, pudo incluso comerse un gofre tras años sin poder ni olerlo gracias a La Tecavan. Una comida buenísima. Incluso yo, que soy una golosa por excelencia, acabé encantadísima.

Y si queréis ver más fotos... ¡pasaos por mi Instagram!



¡El año que viene repetimos, Anaïs!

¿Quieres ver qué más hicimos por el Salón? ¡No te pierdas la crónica de La chica del bolígrafo!

¡¡Nos leemos!!

2 comentarios:

  1. ¡Hola guapa!

    Me alegra ver que lo pasaste estupendamente en el Salón y que hiciste tantas cosas. Yo hace muchísimo tiempo que no voy, años, muchos años, jaja. La verdad es que ya no me llama como antes.

    ¡Besos!

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    1. ¡Gracias! Yo me tiré una temporada sin ir, pero lo echaba demasiado de menos. Menos esos años, es un sitio al que llevo yendo desde pequeña y me encanta. Eso sí, es algo que te tiene que gustar, sino te aburres como una ostra por ahí jaja

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